En tu cumpleaños siempre he dado las gracias a Dios por haberme regalado un pequeño ángel tan dulce. Me siento muy orgulloso de ser el padre de una chica como tú. La primera vez que te vi llorando, me prometí a mí mismo que nunca voy a dejar que algo te haga llorar en el futuro. Nunca voy a permitir que nada obstaculice tu camino. Te deseo que consigas todo en tu vida hoy y siempre para que tu vida prosperé con cosas maravillosas, Feliz cumpleaños querida hija querida. ¡Deseo desde el fondo de mi corazón que este año todos tus deseos del cumpleaños se hagan realidad!