A veces me pregunto qué sería de mi vida sin ti querida hermana. No tendría un hombro para llorar, no tendría quien me escuche, no tendría quien limpiara mis lágrimas ni lo habrá quien cuide mi espalda. No puedo vivir sin ti, incluso en mis sueños. Que vivas por siempre querida hermana. Deseándote muchas, muchas felicidades en tu día.